18.3.10

Por fin, después de tanto sufrir, de tanto llorarte, de tanto extrañarte, hoy puedo decirte hasta luego. Fuiste lo mejor y lo peor que me paso; fuiste la razón de mi existir por mucho tiempo, fuiste el motivo de mis llantos, el motivo de mi alegría, pero ese tiempo ya no existe. Hoy ya no te necesito para sonreír, hoy puedo seguir sin tu compañía. Hoy no me afecta que no me hables, que no te importe si estoy bien o si estoy mal. Hoy puedo mirarte y no sentir nada, solo tristeza porque pudimos haber sido todo lo que hubiésemos querido y si no lo fuimos fue porque a vos no te importó. Yo te hubiese ofrecido hasta lo que no tengo, y vos… sabiendo cuanto te amaba y lo importante que eras para mi, decidiste elegir otro camino, jugaste conmigo sin importarte cuanto me dolía todo eso. Gracias por todas las veces que me hiciste sentir única, que mentías diciéndome que íbamos a estar juntos, gracias por las noches que me dormí pensando en vos, gracias por todo tanto lo bueno como lo malo que me diste. Fuiste mucho para mí. Pero ahora sí… Al fin puedo hablar en pasado; puedo decirte que te amé como nunca lo había hecho, que te lloré tanto como nunca creí que iba a llorar. En vos descubrí otra parte de mí, me entregué a eso que sentía y nunca te importo. Y hoy me desprendo de todo esto y, solo hoy, vas a ser el más lindo recuerdo, pero solo eso. Te quise, te quiero y voy a quererte muchísimo.